Charla “El intercambio cultural como base de las relaciones diplomáticas”
En marco de la conmemoración de los 50 años de las relaciones diplomáticas entre Chile y China, el Centro Regional de los Institutos Confucio para América Latina (CRICAL), en conjunto con la Fundación Salvador Allende y la Fundación José Venturelli organizó la charla en modalidad webinar: “El intercambio cultural como base de las relaciones diplomáticas” actividad que contó con una asistencia de más de 60 personas.
Los expositores desde su propia área de conocimiento y experiencia abordaron cómo la cultura ha sido un actor fundamental en el establecimiento de estos lazos de amistad, la cual propició el diálogo y entendimiento profundo entre Chile y China y que posteriormente llevó al desarrollo de los intercambios en otras áreas como las diplomáticas, económicas y científicas. Llevando esta relación de amistad e intercambio cultural a la actualidad resulta fundamental la labor que realizan los Institutos Confucio quienes además de difundir del idioma y la cultura china, han facilitado el intercambio cultural en ambos sentidos donde “los directores, profesores y voluntarios chinos aprenden los idiomas y la cultura de los países en que trabajan y a través de las universidades se amplían las relaciones de cooperación e intercambio académico que genera conocimiento y aprendizaje en ambas partes”. Este proceso se ha complementado con la labor de CRICAL que ha puesto en contacto a escritores, académicos, cineastas, artistas con sus pares en América Latina acercándose a realidades que hasta ahora habían sido poco consideradas, señaló el director de CRICAL Roberto Lafontaine
Las relaciones diplomáticas entre Chile y China se establecieron en 1970, siendo el primer país en Sudamérica en hacerlo y el segundo en América Latina, después de Cuba. Este proceso comenzó con un intercambio cultural entre intelectuales cuya labor se destacó en esta charla.
Las palabras de la señora Yang Changqing, encargada de cultura de la Embajada de China en China, en representación del embajador Xu Bu, comenzó sus palabras citando a un dicho chino: “Cuando bebemos el agua, no debemos olvidar a los que cavaron el pozo”, en un mensaje de reconocimiento de los precursores que iniciaron este camino entre ambos países y reflexionando sobre la situación actual y futura. Los intercambios entre intelectuales abrieron el camino a la amistad no sólo entre China y Chile sino que también entre China y América Latina.
Enfocándose en los orígenes de este establecimiento de relaciones diplomática, la académica Mónica Ahumada, destacó la relevancia de la cultura desde una perspectiva histórica, donde las expresiones artísticas y plásticas emergieron como un elemento aglutinador que permitió unificar un compromiso político. China aparece como un eje de poder e invitó a intelectuales a visitar el país para conoer la nueva China, apareciendo el concepto de “diplomacia cultural” que además constituye el punto de encuentro para Venturelli, Neruda y Allende en relación a China. Siguiendo este hilo, destacó la figura de los “actores no estatales” que precisamente desde fuera del Estado hacen sus contribuciones para el intercambio entre países. Es en este contexto donde se destaca la Figuera de José Venturelli, denominado el “gestor de las relaciones entre Chile – China” quien se establece en China en 1952 y además ese mismo año fundó el Instituto chileno de Cultura junto a Salvador Allende y Pablo Neruda.
Chile y China son países antípodas, países amigos pero a la vez con diferencias que dan la oportunidad de hacer encuentros basándose en la riqueza cultural y de identidades, señaló Fernando Reyes Matta, ex Embajador de Chile en China. Pero aunque diferentes, reforzó en los mínimos culturales comunes desde el cual construir el diálogo y la interacción no sólo entre China y Chile sino que también entre China y América latina en el futuro, dentro de los cuales el ex embajador destacó el colocar el desarrollo global con el ser humano al centro de ella, entender que los desarrollo económicos y el crecimiento tienen que ser para el desarrollo del ser humano. Finalmente concluyó señalando “conozcámonos en nuestras diferencias, que de alguna forma van a permitir alimentar lo otro” en este contexto los Institutos Confucio tienen la oportunidad no sólo de enseñar lo chino, sino que trabajar lo chino en interacción con lo local, destacando una importante labor como ente de comprensión mutua entre ambas culturas.
Andrés Bórquez, coordinador del “Programa de Estudios de China” del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile presentó sobre la cooperación científica entre instituciones académicas bajo el concepto de seguridad no tradicional, en el contexto actual afectado por problemas medioambientales, cibernéticos y de sanidad que dan nuevas problemáticas de cara a un mundo cada vez más hiperconetado. Es en este contexto que Bórquez planea que la cooperación científica puede ser un mecanismo adecuado para enfrentar estas amenazas no tradicionales, donde Chile y China tienen diversas problemáticas en común en la cual cooperar como es el manejo de recursos hídricos, cambios en la matriz energética, desastres naturales, entre otros. Resaltó la importancia poder colaborar para la creación de centros entre ambos países, el fomento de becas para el desarrollo del capital humano sobretodo en ciencias, presentando además el panorama actual en la cooperación académica.
Finalizando la jornada, Edmundo Bustos Azócar, ex Agregado Cultural de la Embajada de Chile en China y actual Director de Ediciones Universitarias de Valparaíso PUCV enfocó su intervención de cómo la cultura como fundamento de las relaciones entre los pueblos y en el caso de Chile y China, desde sus inicios diplomáticos. Destacando la importancia de la cultura, enfatizó la idea de que aunque países lejanos y diferentes, son precisamente la diversidad y las diferencias las que dan valor a las relaciones entre los pueblos. Resulta “fundamental promover la diversidad de las identidades” y donde destacó la labor de CRICAL en comunicar parte de esa diversidad a través de las giras de escritores, artistas y gestores culturales no sólo de las grandes urbes sino que también representantes de la diversidad china.