Por AN XINZHU China Hoy

Al banquete de bienvenida que ofreció la presidenta chilena, Michelle Bachelet, en el Palacio de la Moneda a su homólogo chino, Xi Jinping, el 22 de noviembre de 2016 asistió como invitada Lilian Espinosa, directora del Instituto Confucio de la Universidad Santo Tomás. Ella saludó en chino al presidente Xi, quien elogió su perfecto dominio del idioma. “Soy directora del Instituto Confucio”, respondió Espinosa, y luego le habló del desarrollo de la enseñanza del idioma chino en su institución.

Bachelet sorprendida, después de conocer la calidad de Espinosa, reafirmó los éxitos del Instituto Confucio de su país y expresó su deseo de participar en los eventos del mismo.

Exposición de materiales para la enseñanza del idioma chino durante la XI Conferencia Mundial de Institutos Confucio, en el Centro Internacional de Convenciones y Exhibiciones Dianchi, Kunming. Cnsphoto

 

Aumento constante de alumnos

Los intercambios lingüísticos y culturales son parte indispensable en la relación sino-latinoamericana. Los Institutos Confucio han conseguido un acelerado desarrollo en América Latina en comparación con los de otras regiones del mundo. En 2016 se registraron 41.000 alumnos, lo que representa un aumento del 12 % respecto al año anterior, y los no matriculados, más de 80.000.

Gracias al enorme apoyo de la Oficina Nacional de Promoción Internacional de la Lengua China (Hanban) y al Instituto Confucio en China, tales instituciones en América Latina han dedicado considerables esfuerzos a la enseñanza del idioma chino y los matriculados aumentan cada año.

La enseñanza del chino se inició en esta región hace medio siglo. En la década de 1960, México y Perú emprendieron tal labor y luego en algunas universidades se instalaron clases de chino como asignatura alternativa. Tal ha sido la pasión por el idioma chino en los últimos diez años que en México, Argentina, Ecuador, Brasil, Cuba y Chile, en las guarderías infantiles y universidades, en los institutos privados y públicos, se han establecido clases y los interesados lo aprenden.

Sun Xintang, subdirector del Centro Regional de Institutos Confucio para América Latina, señala que desde 2006 (año en que el primer Instituto Confucio de América Latina se estableció en la Ciudad de México) hasta finales de 2016, en 20 países de esta región se han fundado 39 Institutos Confucio y 19 Aulas Confucio, los cuales mantienen una amplia aceptación.

Para muchos alumnos estudiar chino es ver realizado un sueño personal. José Antonio Montes (Meng Hesai, su nombre en chino) pertenece al Instituto Confucio de la Universidad Nacional Autónoma de México. Cuando se encuentra con amigos chinos, se presenta: “Me llamo Meng Hesai, mi apellido es Meng, igual que Mencio”. Para aprender acupuntura, Montes comenzó a estudiar chino en 2013 y al año siguiente se coronó campeón en el concurso “Puente Chino 2014 Universitarios en México”. En julio de 2015, invitado por el Foro Mundial de la Juventud, Montes dio una conferencia en chino en la sede de la ONU, en la que expresó su deseo de propagar la medicina tradicional china y se refirió a la necesidad de detener el avance de las enfermedades crónicas.

Keta Isern Arróspide (Yao Hui, su nombre en chino), quien es alumna del Instituto Confucio de la Universidad Ricardo Palma (Perú), dice que el idioma chino le permite confiar en sí misma, por lo que cada vez enfrenta la vida con mayor positividad. Después de obtener el segundo lugar en el Primer Concurso de Oratoria en China para los Institutos Confucio de América Latina, Arróspide desea ser embajadora para los intercambios culturales sino-peruanos.

Kaile es un estudiante del Instituto Confucio de la Universidad del Estado de São Paulo y proviene del campo brasileño. Gracias a su empeño obtuvo una beca de Hanban para estudiar un año en la Universidad de Hubei. Ahora trabaja en el centro de América Latina de China Global Television Network (CGTN), la televisión china.

La viceprimera ministra china, Liu Yandong, mencionó a Kaile en la Cumbre Mundial de Institutos Confucio, celebrada a finales de 2016: “El Instituto Confucio no solo ha cumplido el sueño de un joven brasileño, también ha ejercido su especial función en la promoción de los intercambios culturales sembrando las semillas de la amistad”.

10 de diciembre de 2016. Inauguración de la XI Conferencia Mundial de Institutos Confucio en Kunming, capital de la provincia de Yunnan. CFP


Insuficiente capacidad de enseñanza

Sun Xintang sostiene que la “fiebre por el idioma chino” en la región se debe a tres motivos: (1) el aumento de la influencia y la fortaleza de China, pues para los estudiantes latinoamericanos el chino es un “lenguaje con un brillante futuro”, (2) China y América Latina tienen un contacto cada vez más estrecho, lo cual se demuestra en el incremento acelerado del comercio bilateral, y (3) el encanto de la cultura china.

“En comparación con otras regiones, los latinoamericanos tienen pocos conocimientos sobre China y la enseñanza del idioma chino empieza tarde y con un nivel bajo”, admite Sun. Empero, el alto nivel de aceptación y de inclusión es muy favorable para la promoción de los Institutos Confucio en esa región. Adoptando medidas apropiadas a las circunstancias de cada país, realizan numerosos eventos y representaciones culturales que han atraído la activa participación de la población local con notables efectos.

En 2016 los eventos organizados por los Institutos Confucio contaron con la participación de 950.000 latinoamericanos. El nivel y la calidad de estas actividades van en aumento. El Instituto Confucio de la Pontificia Universidad Católica del Perú, junto con su teatro, ofreció en Lima más de 30 funciones en español de La multitud, una obra del dramaturgo chino Yu Rongjun. Por su éxito, este drama obtuvo el premio al Mejor Director entre los profesionales del teatro peruano. En 2016, durante la visita de Estado a ese país del presidente Xi Jinping, este drama chino fue proyectado por TV Perú, la televisión pública peruana.

En comparación con esta fiebre por el chino, la capacidad de enseñanza del idioma en América Latina no es satisfactoria. A excepción de pocos países como Chile o Costa Rica, en la mayoría de las naciones latinoamericanas la enseñanza del chino todavía no ha entrado en el sistema nacional educativo. Los cursos de chino en las escuelas primarias y secundarias son opcionales, mientras que la asignatura del idioma chino en las universidades es una capacitación lingüística, y muy pocas lo incluyen en sus asignaturas electivas.

El Instituto Confucio de la Universidad Ricardo Palma (Perú) es el único en la región que ofrece la carrera universitaria de traducción chino-español. Actualmente destacados estudiantes graduados se dedican a esa labor, incluso algunos han empezado a traducir obras literarias chinas. La editorial de dicha universidad está planeando publicar obras de la literatura contemporánea china traducidas. “En adelante, los Institutos Confucio van a esforzarse en esta dirección para fortalecer la presencia de la enseñanza del idioma chino, el estudio y la promoción de la cultura china en esa región, y que su desarrollo alcance los pasos de Norteamérica, Europa y Asia”, resume Sun Xintang.

Plataforma de intercambios educativos
Por su particular modo de enseñanza, los Institutos Confucio son una plataforma para los intercambios culturales y educativos, pues muchas universidades latinoamericanas amplían e intensifican los contactos con sus pares chinas mediante ellos.

Se establecen según un proceso en el que las universidades extranjeras solicitan y cooperan con sus pares chinas y con la sede de los Institutos Confucio en China, de modo que cada instituto es un mecanismo de una universidad y es el resultado de la cooperación entre las partes. De acuerdo con Roberto Lafontaine, director del Departamento de Cooperación Internacional de la Universidad Santo Tomás (Chile), desde 2008, año en que se fundó el Instituto Confucio local, su universidad ha mantenido contactos con la Universidad de Lengua y Cultura de Beijing, la Universidad Normal del Este de China, la Universidad Sun Yat-sen, entre otras, y han establecido asignaturas e intercambios entre profesores y estudiantes.

En la Universidad de Xiamen se reunieron 72 directores de 41 países que participaron en el II Seminario para Directores Extranjeros de los Institutos Confucio 2016. Cnsphoto

Cada Instituto Confucio es administrado por dos directores, uno de la parte china y otro de la extranjera. Cada evento se celebra con la negociación, comunicación y cooperación de ambas partes.

Pablo Echavarría Toro fue embajador de Colombia en China hace 20 años. Después de regresar a su país, participó activamente en la creación del Instituto Confucio de Medellín y fue nombrado director del mismo. “Durante mi permanencia en China pude atestiguar los considerables éxitos alcanzados por el país tras aplicar la reforma y apertura, lo cual cambió de raíz la imagen que tenía sobre China”, recuerda Echavarría. Una vez volvió a Colombia trabajó en el Centro de Estudios de Asia y el Pacífico de la Universidad EAFIT (Medellín) y compartió las experiencias vividas en China con sus estudiantes.

Erdio Vilar, profesor de la Universidad de Pernambuco (Brasil), es un experto en energía nuclear. Tras ser nombrado director del Instituto Confucio de su universidad, mantiene una alta pasión por la labor de la institución.

En mayo de 2014, en la fundación del Centro Regional de Institutos Confucio para América Latina, el ex presidente de Chile Eduardo Frei asumió con placer el cargo de miembro del consejo de dicho centro y ha escuchado el informe laboral cada año. Además, ayudó a conseguir la primera donación empresarial para el centro, con la cual varios estudiantes sobresalientes de los Institutos Confucio en América Latina han podido ir a China a profundizar sus conocimientos.

Las universidades latinoamericanas mantienen un fuerte deseo por establecer Institutos Confucio. La oficina central del Instituto Confucio y el Centro Regional de Institutos Confucio para América Latina reciben cada año numerosas solicitudes. Dónde se establecerá el próximo Instituto Confucio es un tema que concita siempre mucha atención.

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