La industria de las bicicletas compartidas un crecimiento explosivo en China
En China, la gente utiliza el teléfono móvil para encontrar bicicleta, desbloquearla, pagar por su uso y aparcarla casi en cualquier lugar
Por Qiang Wei, Diario del Pueblo
En China, si aún no sabes qué son las “bicicletas compartidas”, me temo que vives en el pasado.
La industria de las bicicletas compartidas, como es el caso de las empresas Mobike y Ofo, ha vivido desde el año pasado un crecimiento explosivo en China. Con tan sólo un teléfono móvil se puede buscar una bicicleta, desbloquearla, pagar por su uso y aparcarla casi en cualquier lugar, pudiendo utilizarlas cuando y donde quieras, por lo que es una opción cómoda, rápida y barata. Los datos muestran que a finales del año pasado existían en China más de 20 negocios de bicicletas compartidas, con varios millones de bicicletas disponibles y cerca de 19 millones de usuarios.
El 1 de marzo, la plataforma de bicicletas compartidas OFO anunció la finalización de la ronda D de financiación, recaudando 450 millones de dólares (alrededor de 3.100 millones de yuanes), una cantidad récord en una ronda de financiación en la industria de las bicicletas compartidas, convirtiéndose al mismo tiempo en la empresa más valorada de esta industria (con una valoración de más de 1.000 millones de dólares en el periodo relativamente corto de tiempo desde que se fundó la empresa).
En la mayoría de las ciudades chinas existe una demanda generalizada de transporte público de “último kilómetro”. Anteriormente, muchas ciudades ofrecían el servicio de bicicletas públicas, pero estas estaban sujetas a restricciones como el lugar de aparcamiento y los trámites para registrarse, por lo que no era un servicio tan fácil de usar.
Sin embargo, las nuevas bicicletas compartidas no tienen un aparcamiento específico y contienen características como el sistema de posicionamiento y la función de código bidimensional. Poniendo como ejemplo las bicicletas de Mobike, al no requerir un lugar de aparcamiento específico, las bicicletas se pueden aparcar en casi cualquier lugar, y gracias a un sistema de posicionamiento integrado, se puede encontrar la bicicleta más cercana a uno a través de la aplicación de teléfono móvil, se escanea el código bidimensional situado en la bicicleta y ésta se desbloqueada automáticamente. Cuando el usuario llega a su destino sólo tiene que cerrar el candado y la aplicación cobrará la tarifa por el uso de la bicicleta. La plataforma también registra automáticamente el lugar donde el usuario ha dejado la bicicleta para que el siguiente usuario la pueda encontrar.
En gran medida, las bicicletas compartidas van en consonancia con el transporte verde y promueven el ahorro de energía; en pequeña medida, las bicicletas compartidas tienen un precio asequible y su uso es conveniente, por lo que han atraido a muchos aficionados.
Estas bicicletas compartidas se pueden considerar como la chispa del choque entre la economía compartida y alta tecnología con las necesidades prácticas. Gracias a estas “bicicletas naranjas” y “bicicletas amarillas”, la gente también ha podido ver el gran poder de la economía compartida. Según predice PricewaterhouseCoopers para el año 2025, el mercado de la economía compartida mundial alcanzará los 335.000 millones de dólares, es decir, un crecimiento 20 veces superior al del año 2016.
Según el último informe de McKinsey, una consultoría con reconocimiento internacional, en la economía compartida de China, la industria de la movilidad compartida se ha popularizado rápidamente, y las áreas del espacio compartido y las habilidades compartidas están en auge. La economía compartida de China ya cubre áreas como la movilidad compartida, el espacio compartido, las habilidades compartidas y las finanzas compartidas, y otras áreas como la reserva online de coches, bicicletas compartidas, alquiler de coche compartido y alquiler de apartamentos de corto plazo se están desarrollando rápidamente.