Gracias al Instituto Confucio de la Universidad Tecnológica de Santo Domingo (INTEC) tuve la oportunidad de participar en el “Chinese Bridge Summer Camp for Youths of the Belt and Road Initiative Partner Countries”del 2 hasta el 15 de agosto de 2019.  Esta fue una experiencia inolvidable para mí.

La Gran Muralla China

Desde el primer día empecé a cumplir mis sueños. Mi recorrido en este maravilloso país inició con la visita a la Gran Muralla China, aprendí y presenté la tradicional Ópera China, pude convertirme en artista aprendiendo las técnicas de pintura tradicional, participé en la tradicional ceremonia del té y preparé con mis propias manos el famoso pastel de luna… Todo esto acompañado de un increíble grupo de profesores, estudiantes voluntarios y el staff de la China University of Mining and Technology en Beijing.

En Beijing visitamos también la Ciudad Prohibida, o como le llaman hoy en día, Palacio Museo, un lugar imponente que te hace sentir el gran poder de China. Pero no todo era paseos y visitas, tomamos numerosas clases en mandarín lo que me permitió sentirme más seguro de mí mismo, con un nuevo y mayor conocimiento del idioma y de respeto hacia la cultura china.

Capital Museum de Beijing

En Beijing tuve la oportunidad de asistir al Pearl Market, un gran centro comercial donde realizamos una competencia de compras. Por primera vez en mi vida, viví la experiencia de compras más grata que recuerdo. Al día siguiente, tomamos el tren de alta velocidad rumbo a Henan.

Estación de tren en Zhengzhou

Ya en la provincia de Henan iniciamos nuestro entrenamiento de Taichi, un arte marcial desarrollado en China y que además es de los más practicados en el mundo entero. Actualmente es reconocido como una práctica físico-espiritual que sirve para mejorar la calidad de vida tanto física como mental.

En la Universidad Politécnica de Henan con el uniforme de Taichi

Allí nos hospedamos en la Universidad Politécnica de Henan, en donde vivimos la experiencia de ser un estudiante más, utilizando los comedores de estudiantes, el gimnasio, y compartiendo experiencias con estudiantes de nuestra misma edad.

En la Escuela de Taichi

Esta experiencia me ha llenado de motivación para continuar estudiando mandarín, y además me ha abierto las puertas para continuar mis estudios superiores, ya que mi próxima meta es regresar a China para realizar una maestría. Por esta razón invito a todos mis compañeros a que se atrevan y vivan la experiencia de la vida en China, pues esta es la gran potencia del futuro.

 

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