Xinhua 2021:02:08.10:23
Beijing, 08/02/2021 (El Pueblo en Línea) –El Año Nuevo Chino o Festival de la Primavera es la festividad más importante del calendario lunar en el gigante asiático. Durante esta celebración, la familia honra a sus ancestros, se deleitan con suculentos platos, regalan “sobres rojos” a los niños y piden por un ciclo de buenas cosechas.
En esta nueva serie de testimonios titulada “Año nuevo chino del Buey: prosperidad a través del esfuerzo, la tenacidad y el paciente trabajo”, Yorbelis Rosell León, directora del Instituto Confucio de La Habana, comparte sus experiencias sobre el Festival de la Primavera, una solidaria vivencia que permite entender mejor la cultura y ancestrales tradiciones del pueblo chino.
Yorbelis Rosell León, directora del Instituto Confucio de La Habana
Celebrar el año nuevo chino fue como un viaje imaginario al gigante asiático
La primera vez que disfruté de la Fiesta de la Primavera, fue a través de la Facultad de Español para no Hispanohablantes de la Universidad de La Habana en el 2008. Asistí como acompañante. Tenía varios amigos que eran profesores y/o directivos allí. Este fue un programa que nació bajo la cooperación gubernamental de los pueblos de Cuba y China, para la enseñanza de idioma español a jóvenes chinos, que se preparaban para aprender el idioma antes de continuar estudios de pregrado o postgrado en Cuba. Es de suponer que, en una escuela donde todos sus estudiantes eran chinos, las tradiciones y festejos eran como un viaje imaginario al gigante asiático. Años más tarde, desde el Instituto Confucio, pude aprender un poco más de las tradiciones, no solo desde el disfrute, también con la responsabilidad de asumir los preparativos, festejar con los profesores, mostrar a nuestros estudiantes desde el idioma a compartir la festividad e ideales de armonía familiar, como una de las tradiciones más importantes.
En el Barrio Chino de La Habana es una jornada inolvidable
Los festejos de la Fiesta de la Primavera, y en general de las visperas del Nueño Año Chino, en el Barrio Chino de La Habana, es una jornada inolvidable. Todas las sociedades chinas encabezadas por el Casino Chung Wah, las instituciones representativas de esta cultura como la Casa de Artes y Tradiciones Chinas, la Escuela Cubana de Wushu junto a nuestro Instituto Confucio, logran armonizar espectáculos, conferencias, presentaciones que logran movilizar a la comunidad. Son días donde reina la alegría, el barrio se engalana y se repiran aires de festividad. Desde el Instituto Confucio, por esos días se suspenden las actividades docente, pero se realizan varias actividades: preparación de ravioles (para que los estudiantes aprendan y experimenten el preparado de la masa, conformar y cocinar los ravioles), desfiles con trajes tradicionales, recortado del papel, concurso de habilidades en el manejo de palillos chinos, dibujo, canto y manualidades alegóricas. Ver a nuestros estudiantes, trabajadores, profesores chinos compartiendo con la comunidad es una de las experiencias más bellas de las que he podido disfrutar.
Patrimonio cultural inmaterial de China que se celebra por el mundo
Desde el 2006, la Fiesta de la Primavera quedó registrada como Patrimonio Cultural inmaterial de la República Popular China. Como Instituto Confucio y defensores de la lengua y la cultura china en Cuba, nos toca mantener vivas las tradiciones. Este año, al igual que muchos países, Cuba se encuestra en una situación compleja que exige distanciamiento social, para evitar el contagio masivo de la COVID-19. Eso hace que sea complejo reunirnos para celebrar. Por tanto, solo nos ha quedado festejar desde las redes sociales, en especial desde Facebook por ser la red más popular en Cuba. Se han previsto conferencias online, exposiciones de fotos y postales alegóricas.
Lo importante es ser felices
La celebración que más se asemeja al año nuevo chino son las fiestas de fin de año, el 31 de diciembre. Al igual que el pueblo chino, las familias se reúnen para compartir y la cena es un pretexto para celebrar la vida y los lazos de amor y amistad. Sin embargo, no tenemos días fijos para honrar a nuestros ancestros, o compartir con familiares, amigos… todo puede suceder en los dias de fin de año. Lo importante es ser felices, no importa la cultura.
2020: un año donde el Instituto Confucio latió con fuerza
El 2020, nos trajo grandes retos, tanto desde el punto de vista social, como profesional. Fue un año donde el corazón de nuestro Instituto Confucio latió con fuerza y fuimos capaces de sobreponernos a las adversidades. Supimos responder a las convocatorias de la Universidad, nuestro país y China. Desde nuestro Instituto Confucio nos incorporamos como voluntarios al trabajo en el Centro de Aislamiento para viajeros que funcionó en la Residencia Estudiantil Universitaria de Bahía, tras la convocatoria hecha por la dirección de nuestro país, el Ministerio de Salud Pública y la Universidad de La Habana.
La pandemia nos ha llevado a la potencialización de la presencia del Instituto Confucio en las redes sociales. Se participó en los concursos internacionales convocados desde las diferentes instituciones relacionadas con el mundo de los Confucio y con orgullo podemos exhibir los 9 premios internacionales que obtuvimos. De igual forma tuvimos la posibilidad de compartir con colegas de diversas latitudes vía online, en reuniones, encuentros académicos, de superación profesional y culturales. Aprendimos a usar herramientar para mantener el contacto con estudiantes y profesores para la enseñanza del idioma, amarnos y cuidarnos en la distancia.
Aprendiendo el sentido verdadero del gesto solidario
El 2020, de manera personal me transformó la vida, aprendiendo el sentido verdadero del gesto solidario, donde dejas la comodidad de la casa, la tranquilidad de la convivencia con la familia por ayudar a quien lo necesita. Siento orgullo de hacer lo necesario por mi país y mi pueblo. Espero que el 2021, nos permita seguir enriqueciendo los vínculos políticos, económicos, educacionales y culturales entre Cuba y China. Los IC de mundo se han convertido en un puente de amor inigualable. Nosotros estamos, para mantenerlo fuerte, estable y enriquecedor intercambio entre nuestros pueblos.