Mi experiencia inolvidable en China

001A la edad de 20 tuve la suerte de participar en la Escuela Internacional de Verano de la Universidad Renmin de China (ISS). Mi experiencia comenzó mucho antes del vuelo en sí, y se quedará conmigo para siempre. Todo comenzó cuando una de mis amigas de la universidad, que solía vivir en Beijing, me hizo amar la cultura y el idioma chino, y así terminé de matriculando clases de chino mandarín en el Instituto Confucio de la Universidad de Costa Rica.

Dos semanas después de mi primera clase, ya estaba solicitando la beca, así comenzó el viaje. El mes que se tomó el Instituto para avisarme que conseguí la beca se sintió como un tiempo de nunca acabar. Cuando finalmente me dieron la noticia, yo no lo podía creer.

De alguna manera me las “arreglé” para financiar la compra del boleto sola y lo único que quedaba era esperar a que el tiempo pasara para irme, mientras tanto aprovechar para seguir ahorrando dinero y reunir todos los consejos posibles en la preparación para el mejor viaje de mi vida.

Dos meses más tarde llegó el momento. Por primera vez en mi vida me crucé el mundo entero y llegué a China, sola y sin conocer a ninguna persona de las que terminaría pasando las próximas cinco semanas. Llegué tarde a la escuela de verano por mis exámenes en la universidad y por dicha, la otra tica que iba ya había hecho amigos. Afortunadamente ella es una persona maravillosa y en poco tiempo nos convertimos en buenas amigas.

Fue una experiencia cultural sumamente enriquecedora, en la que conocí personas de de China, Israel, Francia, Corea del Sur, Austria, Inglaterra, Noruega, Italia y más, haciendo de ésta la experiencia más moderna que me presenta el mundo globalizado en el que vivimos.

Las clases en China fueron muy bonitas, el método es bueno y lo único malo es que el reloj iba descontando segundos del tiempo que pasaría allá.

 

La comida era algo por lo que estaba muy preocupada antes ir. Sin embargo, terminó siendo una aventura, al disfrutar de una explosión de sabores en cada comida y platillos que ahora muero por volver a comer. Además, fue un placer experimentar la cultura china a través de mi “partner” o compañera del ISS, que es una chica muy amable y divertida con la que me gustó pasar el tiempo.

Esta Escuela de Verano fue un sueño hecho realidad. Llegué a ver hermosos paisajes y sitios históricos importantes, como la Gran Muralla, la Montaña Mangshan, la Montaña Perfumada, el Templo del Cielo, la Ciudad Prohibida, el Templo Lama y muchos otros lugares impresionantes. Sin duda alguna, fue un tiempo increíble y sé que los recuerdos de esta experiencia estarán conmigo para siempre. Espero conservar los amigos que hice aquí por muchos años más.

Una vez que se cruza el mundo entero, hay que aprovechar por lo que Nicole y yo, las dos costarricenses, aprovechamos para visitar otras ciudades del país como lo son Guilin, Chengdu, Shanghai y Shijiazhuang, algo de lo que jamás nos arrepentiremos. Por esto y todo lo que he aprendido en Costa Rica, siempre estaré agradecida con el Instituto Confucio.

Valeria Mena Guevara, Costa Rica.
Becada de la Escuela de Verano de la Universidad de Renmin.
Julio-Agosto 2015

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